
Un año después de la muerte del rey Gustavo III, los vientos de la Revolución francesa llegan incluso a Suecia, donde la tensión es palpable en todo el país, convertido en un nido de conspiraciones, suspicacias y recelos. En esta atmósfera irrespirable, Mickel Cardell, un veterano de la guerra contra Rusia, descubre un cuerpo atrozmente mutilado en un lago de Estocolmo. Un abogado tuberculoso, el sagaz e incorruptible Cecil Winge, se hace cargo de las pesquisas, pero el tiempo apremia: su salud es precaria, la monarquía hace aguas y las revueltas están a la orden del día. Winge y Cardell se verán inmersos en un mundo de truhanes y ladrones, ricos y pobres, piadosos y pecadores, mercenarios y meretrices. Juntos se enfrentarán al mal y a la corrupción que anidan en la sociedad sueca para esclarecer la misteriosa verdad escondida tras ese terrible crimen.
Intenso, descarnado y febril, 1793 insufla vida a las calles abarrotadas, los suntuosos palacios y los rincones más sombríos de la capital sueca a finales del siglo XVIII, y nos ofrece una sorprendente visión de los delitos que cometemos en nombre de la justicia y los sacrificios que hacemos para sobrevivir. (Comentario de la editorial)
Es una novela curiosa que te mantiene expectante, quieres seguir leyendo para conocer como el autor va a solucionar el misterio. Es una Suecia oscura y sucia, muy desconocida y cruel. Quizá es demasiada explícita en su crueldad, como si el autor se recreara en esos aspectos más morbosos pero da la sensación que es necesario para entender los motivos del asesinato. Unos protagonistas muy peculiares que aparecerán en una segunda aventura. Para mi, recomendable aunque no sé si para todos los lectores.